SALUDOS A TODOS LOS SEGUIDORES DEL MUNDO DEL RODEO
LA VIDA DEL RODEO, NO SERIA LA MISMA SIN LA INTERPRETACION MUSICAL DE ESTE TIPO DE VIDA Y AVENTURAS POR MEDIO DE LA MUSICA COUNTRY.
PARA SER UN VAQUERO O VAQUERA NO ES 100% NESESARIO QUE TE GUSTE LA MUSICA COUNTRY, PEROOOO....
LA MUSICA COUNTRY SIEMPRE VA DE LA MANO DE LA VIDA EN EL CAMPO, LOS CABALLOS, TOROS, BARES, RODEOS, ETC.
EN MI PUNTO DE VISTA, O BIEN MI OPINION, HACIA MUCHO TIEMPO(mac leo´s daughters) QUE UNA SERIE DE TELEVISION ME AGRADARA DEL GENERO DE VIDA COUNTRY, ENTONCES ME TOPE CON LA SERIE NASHVILLE
DESDE EL PRIMER DIA QUE LA VI PENSE QUE SOLO SE LA PASARIAN CANTANDO, PERO ME FUI DANDO CUENTA DE LA TRAMA DE LA SERIE Y ESTA ME FUE AGRADANDO MAS Y MAS HASTA CONVERTIRME EN FAN DE LA MISMA.
AQUI UN RESUMEN DE LA SERIE:
publicado por victor lujan
¿Quién me iba a decir a mí que algún día acabaría tarareando alguna canción country? Nashville, la nueva serie de ABC creada por Callie Khouri (ganadora de un Oscar por el guión de Thelma y Louise), podría tener la culpa. Una serie que lo tiene todo para triunfar y todo para darse de narices.
La reina de la escena musical de Nashville, Rayna Jaymes (Connie Britton), se enfrenta a un momento peliagudo en su carrera. Su último disco no ha vendido muchas copias y el sello discográfico le pide que comparta la prometida gira de conciertos con una nueva estrella del género, Juliette Barnes (Hayden Panetierre), un álter ego trepa de Taylor Swift. Las humillantes condiciones que le imponen los ejecutivos de la productora -que ella hizo grande- colocan a Rayna en un difícil posición: conservar la dignidad profesional o rebajarse como telonera por su banda y una mejor promoción. Pero sus problemas no acaban ahí. Su padre, Lamar Wyatt (Powers Boothe), un potentado local, está empeñado en convertir al marido de la cantante, Teddy (Eric Close), en el nuevo alcalde de la ciudad en contra de los deseos de Rayna, que no quiere intromisiones del truculento progenitor en su propia casa. Por si todo esto fuera poco, la mano derecha de Rayna, Deacon Clayborne (Charles Esten), líder de su banda y ex-amante, es el objetivo número uno de Juliette, dispuesta a todo por arrebatárselo y asestarle así el golpe de gracia a la diva caída en desgracia, valga la redundancia.
Cada uno de ellos esconde una historia, la mayoría de ellas con un reverso amargo como una canción country, cuyo acertado empleo sirve aquí de perfecto contrapunto y reflejo de sus vidas. Rayna oculta un evidente fracaso matrimonial y una compleja relación de amor-odio con su padre. Mientras, su rival, Juliette no se queda atrás con una madre yonqui y una más que probable infancia trágica. Éxitos, fracasos, amores, desamores, celos, ambiciones, frustraciones… se divisan en el pasado de cada uno de los protagonistas, haciendo de ellos personajes con muchas aristas, muy lejos de los títeres de una pieza que cabía prever. Enmarcados todos en el entorno musical y político de Nashville
por cierto, para engancharte a Nashville no es necesario que te guste la música country. Es más, hasta puedes detestarla. Eso sí, te tiene que gustar la ficción bien escrita y los personajes con un buen fondo de armario.
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